Mañana
Mañana.
Nuevo día.
La alegría del nacimiento.
Todo
lo que necesitamos es la mañana. Mientras haya amanecer, existe la
posibilidad de que podamos enfrentar todas nuestras desgracias, celebrar
todas nuestras bendiciones, y vivir todos nuestros esfuerzos como seres
humanos. La espiritualidad es algo que se ha vuelto necesario en estos
tiempos problemáticos. Sin embargo es inherentemente superflua. La
necesitamos para recordarnos a nosotros mismos, para reafirmarnos, para
integrarnos, para realizarnos. Si simplemente pudiésemos reconocer el
misterio de la noche y la gloria de la mañana, no necesitaríamos ni
civilización ni espiritualidad.
En
lo más simple, la vida comienza con el amanecer. Esa es bendición
suficiente. Esa es felicidad suficiente. Todo lo demás se vuelve
plenitud inmensurable. Al amanecer, arrodíllate y agradece este evento
maravilloso. Podríamos pensar que las mañanas son tan comunes que no son
dignas de veneración, ¿pero te das cuenta de que la mayoría de los
lugares del cosmos no tienen mañanas? Este evento diario es nuestra
suprema bondad.
Saluda
el amanecer. Ese es tu milagro para presenciar. Esa es la belleza
suprema. Eso es lo sagrado. Ese es tu regalo del cielo. Esa es tu señal
de profecía. Eso es saber que la vida no es fútil. Eso es iluminación.
Ese es tu significado en la vida. Esa es tu directiva. Ese es tu
consuelo. Eso es la solemnidad del deber. Eso es inspiración para la
compasión. Eso es la luz de lo supremo.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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