Apego
El monje se afeitó la cabeza como un símbolo de renunciación.
Pero ahora no va a ninguna parte sin su pequeña gorra.
Es
divertido ver a alguien que dice ser un renunciante gritar puerilmente
por sus pocas magras posesiones. ¿Por qué renunciar al mundo cuando en
realidad no puedes? Antes de cortarte el cabello, pregúntate si puedes
permitirte dejar tus apegos. Antes de dejar tu libertad, pregúntate si
puedes someterte al orden monástico. Antes de decir que eres espiritual,
pregúntate si puedes dejar los deseos mundanos.
No
estoy tratando de burlarme de los monjes. Estoy haciendo la observación
de que cada camino en la vida tiene sus propios sacrificios y sus
propias privaciones. Antes de embarcarte en un sendero, busca
minuciosamente en ti e investiga completamente la senda. Entonces
disiparás las dudas. También reducirás la probabilidad de hipocresía.
Quienquiera
que seas, vive tu vida completamente. Si eres un plomero, sé el mejor
plomero. Si eres un santo, sé el mejor santo. Si eres común, sé común.
Si eres extraordinario, sé extraordinario. Las personas sólo yerran
cuando tratan de ser lo que no son.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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