¡Hola! Me llamo Sonia.
Hace tiempo
que me cuesta explicar a qué me dedico en pocas palabras. Termino diciendo que
soy terapeuta manual, aunque creo que eso no define de una manera completa qué
es lo que hago. Voy a tratar de explicarlo contando un poco mi trayectoria.
Al decidir qué iba a estudiar cuando estaba en BUP elegí Fisioterapia, aunque no sabía demasiado bien qué era... Me gustaba eso de los masajes y ayudar a la gente a estar mejor. Durante la carrera encontré un campo amplísimo de posibilidades, aunque lo que más me atraía era la idea de poder dedicar tiempo a los pacientes, hacer un trabajo personalizado. Algunas personas me preguntaban por qué no estudiaba Medicina y siempre contesté que no me veía atendiendo a la gente detrás de un escritorio. Quería un contacto más directo y atento.
Nada más terminar Fisioterapia empecé
a estudiar Osteopatía, buscando
especializarme en la terapia manual. Elegí la Escuela de Osteopatía de Madrid,
donde cursé seis años en los que aprendí otra manera de entender el cuerpo y la
salud, además de adquirir herramientas valiosísimas de palpación y “escucha”
del cuerpo. La orientación de esta escuela es muy estructural, muy
manipulativa, y yo no terminaba de sentirme a gusto con esas técnicas. Me
gustaban las cosas “más blanditas”, técnicas más suaves y menos directivas, en
las que se colaboraba con el cuerpo en lugar de tratar de imponerle qué era lo
que tenía que hacer. Afortunadamente el abanico de profesores era muy amplio y
algunos de ellos estaban más en sintonía con mi sentir. Así descubrí la terapia
miofascial. Y me embarqué en una nueva aventura, el curso de Inducción
Miofascial de la escuela Tupimek.
Entretanto abrí un centro médico en
Guadalajara, "Clínica Sanares", donde comencé haciendo Fisioterapia, lo
que se conoce como “Rehabilitación”, para poco a poco terminar atendiendo sólo a
pacientes particulares, consiguiendo así mi objetivo: dedicar el tiempo
necesario a cada persona y poder hacer un trabajo completamente personalizado y
de calidad. Además me convertí en mamá en 2009, recibiendo así a una gran
maestra que me hizo apasionarme con nuevos temas como la inteligencia
emocional, la alimentación o la educación.
Con la Inducción Miofascial me apasionó descubrir de una manera tan sorprendente la sabiduría que atesora el cuerpo, cómo proporcionándole unas condiciones apropiadas puede desplegar un movimiento que conduce a la reducción de las tensiones acumuladas, cómo los "nudos" que se han ido creando según vivimos se deshacen solos. En este momento mis habilidades palpatorias no hacían más que crecer con la experiencia, siempre sorprendiéndome y haciéndome evolucionar... y planteándome nuevas dudas. Percibía ritmos en el cuerpo, fenómenos de "parada" que no conseguía entender del todo con la formación que tenía hasta el momento. Recuerdo que en un seminario en el que se profundizaba en el ritmo craneosacral salí desanimada porque yo percibía otros ritmos que no eran los que quería el profesor que sintiéramos. Pensé que estaba equivocada. A pesar de ello siempre he sido un poco autodidacta, me encanta explorar los procesos del cuerpo, dejarme llevar por mi intuición.
Con la Inducción Miofascial me apasionó descubrir de una manera tan sorprendente la sabiduría que atesora el cuerpo, cómo proporcionándole unas condiciones apropiadas puede desplegar un movimiento que conduce a la reducción de las tensiones acumuladas, cómo los "nudos" que se han ido creando según vivimos se deshacen solos. En este momento mis habilidades palpatorias no hacían más que crecer con la experiencia, siempre sorprendiéndome y haciéndome evolucionar... y planteándome nuevas dudas. Percibía ritmos en el cuerpo, fenómenos de "parada" que no conseguía entender del todo con la formación que tenía hasta el momento. Recuerdo que en un seminario en el que se profundizaba en el ritmo craneosacral salí desanimada porque yo percibía otros ritmos que no eran los que quería el profesor que sintiéramos. Pensé que estaba equivocada. A pesar de ello siempre he sido un poco autodidacta, me encanta explorar los procesos del cuerpo, dejarme llevar por mi intuición.
Entonces mi amigo, terapeuta y profe
Javi Rodríguez me sugirió que estudiara Terapia
Craneosacral. Estaba un poco saturada a nivel personal en esa época, con un
negocio que demandaba mucha atención y una niña pequeña, y tardé en decidirme a
empezarlo. Con el tiempo supe que estaba esperando a mi grupo, a hacer el curso
con personas maravillosas que me han inspirado no sólo en lo profesional, sino
sobre todo en lo espiritual. Así que empecé el Curso Profesional de Terapia
Craneosacral Biodinámica en la European School of Craniosacral Therapy de
Robert Harris en septiembre de 2012. Fue un viaje apasionante de casi año y
medio en el que aprendí sobre las
mareas, descubrí una nueva vuelta de tuerca a eso de la inteligencia del
cuerpo, repasé conceptos de movimientos craneales ya aprendidos en Osteopatía,
dándoles una nueva dimensión, pero sobre todo aprendí a desarrollar presencia
terapéutica y lo que significaba el acompañamiento.
Este curso y las personas con las que
lo compartía motivaron un cambio profundo en mí. Me di cuenta poco a poco de la
importancia de la consciencia y descubrí la meditación. Profundicé en temas que
ya antes me interesaban y sobre los que leía, como las emociones, el plano
energético de las personas, el alma… Pasé una crisis personal en la que me
conocí de una manera más profunda y sincera.
Uno de los compañeros que conocí en
el curso de Craneosacral y que más me inspiró es Jesús Antonio. Con él descubrí
el Qi Gong. Hemos comenzado a
colaborar juntos iniciando así un proyecto que nos enriquece a nosotros y
esperamos que a muchas personas más. Estamos profundizando y explorando las
conexiones tan interesantes que tienen ambas disciplinas y lo bien que se
complementan a la hora de desarrollar presencia y mejorar el bienestar. Es una
etapa emocionante, de grandes descubrimientos y satisfacciones tanto
profesionales como personales.
Así que vuelvo a la pregunta de a qué me dedico. Sí, soy terapeuta manual, aunque cada vez creo más firmemente que las manos son una parte de mí que ayuda mucho, pero que el cambio se produce gracias a la totalidad del terapeuta en interacción con la totalidad del paciente. Y que aunque todo lo que hacemos se ancla en el cuerpo, el proceso escapa a nuestro entendimiento, funcionando a niveles muy profundos, algunos desconocidos e inexplicables.
Un abrazo!!
Sonia de Diego Babarro
Directora de Clínica Sanares (Guadalajara)
Fisioterapeuta
Osteópata C.O.
Terapeuta Craneosacral Biodinámica
Experta en Inducción Miofascial
Un abrazo!!
Sonia de Diego Babarro
Directora de Clínica Sanares (Guadalajara)
Fisioterapeuta
Osteópata C.O.
Terapeuta Craneosacral Biodinámica
Experta en Inducción Miofascial
Hola!!, me
llamo Jesús Antonio.
Mi primer contacto con el Qi Gong fue en el año 1998 en que
comencé a estudiar en el Instituto Internacional de Qi Gong dirigido por Ives
Requena. Allí conocí a quienes considero mis verdaderos mentores, Alain Baudet
y Oskar Salazar con quienes he compartido todos estos años de enseñanzas y
vivencias, a veces difíciles y siempre transformadoras.
El Qi Gong me ha ayudado a dar respuesta a muchas de las inquietudes que han surgido a lo largo de mi vida. Nací en un pueblecito de Valladolid y
fue mi abuelo quien me transmitió mi pasión favorita, la naturaleza. Todo
lo que se podía tocar y estaba vivo me despertaba curiosidad. Disfrutaba
conociendo gente y aprendiendo cosas nuevas. Sin embargo no entendía porqué a
veces no eran sinceros, porqué tenían miedo de lo que pensaba o sentía, por qué
rechazaban lo diferente. Solo cuando acabé siendo como ellos querían comprendí
que hacemos lo que haga falta para ser queridos y aceptados, nos volvemos
"buenos" por encima de nuestra propia naturaleza y a veces
renunciamos demasiado. Mas tarde tendría que hacer en parte el camino inverso y
tuve miedo. Quería comprender quienes somos, por qué estamos aquí y que hace
que nos relacionemos los unos con los otros como lo hacemos.
Comencé en la facultad de filosofía donde conocí gente de una
gran talla intelectual que ayudó a formar mi pensamiento y a quienes agradezco
sobre todo haber estimulado en mí el gusto por la formación interdisciplinar.
La mente es un instrumento poderoso y sin embargo muy desconocido. Con ellos
comprendí que cuando nos adentramos en un ámbito del conocimiento no solo
aprendemos unos contenidos sino una forma de acercarnos a los fenómenos que
observamos. Esto impone algunas limitaciones porque poco a poco vemos mas lo
que hemos aprendido a ver que lo que hay en realidad, si es que hay algo real
distinto al pensamiento. Por eso cada vez que nos embarcamos en una disciplina
nueva cambiamos la forma en que vemos el mundo. Los grandes cambios en la
ciencia se han producido en muchos casos gracias a personas que venían con
otros paradigmas aprendidos en otros campos del saber. ¿Como mantener la mente
siempre flexible para poder realmente aprender continuamente?. De ellos también
aprendí que la cultura no es mera acumulación de datos sino sobre todo amor por
la sabiduría, ¿de que sirve llenar la mente de cosas que no nos hagan crecer
como personas?. La pregunta que surgía ahora era si lo que creemos tiene que
ver solo con la organización perceptiva que ponemos al mundo, o también con nuestros
deseos y necesidades más íntimas.
Continué estudiando psicología. El apasionante mundo de las
relaciones y las emociones humanas. Lo primero que me sorprendió es que los
psicólogos habían renunciado en la teoría, que no en la práctica clínica, a la
experiencia subjetiva y esto porque no se podía medir. ¿Negamos las cosas solo
porque no las tenemos al alcance?. La Ciencia lo hace a veces, y nosotros?. Hay
muchas razones por las que defendemos ideas y como en este caso a veces por
tener un prestigio social, intelectual o adquirir estatus de científico. El
estudio del comportamiento humano te hace ver que vivimos una libertad ilusoria,
hay tantas cosas que condicionan lo que sentimos, lo que pensamos y lo que
hacemos!!.
Después de mi periplo universitario estaba un poco desilusionado
con el pensamiento y con la ciencia. Tenía muchas ideas y muchas teorías pero
no sentía que me conociera mejor. Comencé a practicar Qi Gong porque en algún
lugar había leído que en otras culturas el viaje comenzaba en el cuerpo. Siempre
me gustó el deporte y esta forma de moverse lenta y conscientemente, como si
tocara el aire, sintonizaba muy bien con mi sensibilidad. En realidad es en el
cuerpo físico donde ocurre la vida. Reaccionamos físicamente a los pensamientos
y las emociones y ya sabía que los pensamientos tienen algo de arbritario y a veces no tienen mas sentido que satisfacer
nuestros egos o los de otros y no siempre nos dicen lo que de verdad somos o
sentimos.
Oskar Salazar 2010 |
Algo tan simple como sentir mi propio cuerpo fue el comienzo de
un viaje con muchas sorpresas. Con la práctica uno se vuelve poco a poco
transparente y más claro. Las antiguas emociones escondidas e inconscientes afloran
y una vez que abandonan la oscuridad ya no vuelven más. A lo largo de la vida
hemos enterrado todo lo que no hemos sabido aceptar, quizá por falta de
recursos, quizá porque nos vimos obligados para sobrevivir física o
psicológicamente. Pero si tienes valor para volver a mirar dentro entonces sientes
que te unificas y que vuelves a estar aquí completamente. Cultivar el Qi, la fuerza vital, es una ayuda inestimable para lidiar con "tu sombra". Si has hecho este
camino de vuelta es más fácil aceptar a los demás, sabes que cada uno de
nosotros hacemos lo que podemos aunque no siempre escojamos el mejor camino.
Ahora sabía que para conocerse a un mismo el pensamiento no era
suficiente y que lo que mas te acerca es la simple presencia, algo que se puede
desarrollar, como un ejercicio. Escuchar así a veces te emociona, abrumado por
la inteligencia de lo que percibes detrás. Despierta en ti un poco de humildad
y también de responsabilidad. Lo que ocurre a tu alrededor no depende solo de nosotros
y sin embargo cualquier cosa que pensamos o hacemos tiene consecuencias y no
podemos eludir esto, tampoco hay dudas aquí. Hay algo de sagrado en
manifestarse en cualquier sentido.
Siento que es importante que no seamos solo testigos de lo que ocurre con la naturaleza, con la sociedad… Ya no me acerco a los problemas de este tiempo con demasiadas ideas preconcebidas, intento afinar aquí la escucha como lo hice en mi cuerpo. A veces me entristece ver la poca atención que prestamos y el daño que causamos en nuestro entorno. Mientras el planeta agoniza, la gente pasa hambre y se pierden valores y derechos sociales, la mayoría de las personas siguen entretenidas en sus egos, enredados ciegamente en sus creencias y pensamientos, ensoñando su realidad particular. Si cambiamos nosotros esto cambiará porque será una consecuencia inevitable.
Siento que es importante que no seamos solo testigos de lo que ocurre con la naturaleza, con la sociedad… Ya no me acerco a los problemas de este tiempo con demasiadas ideas preconcebidas, intento afinar aquí la escucha como lo hice en mi cuerpo. A veces me entristece ver la poca atención que prestamos y el daño que causamos en nuestro entorno. Mientras el planeta agoniza, la gente pasa hambre y se pierden valores y derechos sociales, la mayoría de las personas siguen entretenidas en sus egos, enredados ciegamente en sus creencias y pensamientos, ensoñando su realidad particular. Si cambiamos nosotros esto cambiará porque será una consecuencia inevitable.
En el título del blog aparecen las palabras consciencia, salud
integral y responsabilidad. Es lo que el Qi Gong me ha enseñado. Espero que en
estas páginas encontréis motivación para ser exploradores, un poco más responsables,
más conscientes y con menos prejuicios. Parece que los tiempos así lo exigen.
Mi gratitud para todas las personas que de una forma u otra han influido en mi vida y de los que aprendo todos los días.
y....que el blog sea un motivo de intercambio, os animo a participar!!
y....que el blog sea un motivo de intercambio, os animo a participar!!
Un abrazo!!
Jesús Antonio Fuertes Herrero
Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación
Licenciado en Psicología
Profesor de Qi Gong
Terapeuta Craneosacral Biodinámico
Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación
Licenciado en Psicología
Profesor de Qi Gong
Terapeuta Craneosacral Biodinámico
É difícil expressar em espanhol toda a confiança que sinto no teu trabalho energético. Por isso, aqui vai um abraço sem fronteiras linguísticas e um agradecimento por nos recordar a prática. Isabel Rodrigues
ResponderEliminarentre nosotros no hay distancia Isabel. Con mucho cariño!!
EliminarMuy, muy bueno, Jesús! y... por fin.. aquí está el blog.. Me alegro muchichísimo!!!! Un beso!
ResponderEliminarMuchas gracias Patricia, que sea un aventura interesante para todos!!. un abrazo!!
EliminarQuerido Jesus. Pasa el tiempo y tu permaneces, como la respiración permanece en las celulas de cada ser vivo.
ResponderEliminarTu permaneces...y yo me alegro de lo que eso signigfica en este pequeño mundo nuestro...Donde la PRESENCIA es la única oportunidad del ciudadano de a pie de ofrecer transformaciones utiles en si mismo y en su entorno.
Desde aqui....un soplo de fuerza ..para los momentos en que tu camino, como el de todos, se hace costoso.