Agua
Gotas.
El agua que limpia,
Se acumula en la tierra.
Compasiva. Invasiva. Sutil.
Emerge un río reluciente.
Cuando pequeño, es débil.
Cuando grande, derriba montañas,
Enluciendo grandes acantilados
Arena.
La
sabiduría clásica dice que no hay nada más débil que el agua, sin
embargo cuando está unida, puede volverse una fuerza titánica. Como un
maremoto. O un río que corta a través de desfiladeros. A esto se le
llama lo que cede venciendo a lo duro.
Mirémoslo
de otra manera. El agua no vence porque cede. Vence porque es
incesante. Persevera y no se rinde. Es constante. La roca puede bloquear
el agua. La roca puede incluso mantener el agua en un lago por miles de
años. ¿Por qué no puede lo que cede vencer a lo duro entonces? Porque
no se puede mover. No puede hacer su magia de ser incesante.
Tal
como el agua debe ser capaz de manifestar su verdadera naturaleza de un
modo incesante, así también debemos expresar simultánea e
incesantemente nuestra verdadera naturaleza si hemos de ser exitosos en
la vida. Si no, nos encontraremos acorralados por las duras paredes de
la realidad, y nunca seremos capaces de abrirnos paso.
¿Pero cómo adquirimos tal perseverancia? Comenzamos pequeños. Como gotas.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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