Tamiz
Un tamiz grueso atrapa poco.
Una malla fina atrapa más.
Si quieres lo sutil, se refinado,
Pero prepárate para tratar con lo burdo.
La
ironía de vivir espiritualmente es que te vuelves más sensible y más
sutil. Por lo tanto, te vuelves intolerante a lo burdo. No hay mucha
elección en esto. Si quieres asir las cosas sutiles de la vida, debes
volverte refinado. Pero las cosas burdas se acumularán entonces aún más
rápido. Un filtro grueso en un rápido arroyo sólo contendrá escombros y
grandes rocas. Una malla fina atrapará cosas más pequeñas, pero también
retendrá las más grandes.
Algunas
personas intentan enfrentar esto desarrollando múltiples capas.
Establecen una serie de mamparas a sus personalidades, de lo burdo a lo
sutil para así poder lidiar con todo lo que la vida tiene para ofrecer.
Esto es bastante encomiable desde un punto de vista ordinario, pero
desde el punto de vista del Tao, es una gran molestia.
¿Qué
hacer? Si permanecemos burdos, sólo lo burdo viene a nosotros. Si nos
volvemos sutiles, ganamos lo refinado pero somos plagados por lo burdo
también. Si desarrollamos múltiples capas, creamos una complejidad que
nos aísla del Tao.
La solución radica en flotar en la corriente del Tao, uniéndose con ella. De esa manera ya no buscamos retener o rechazar.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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