martes, 30 de octubre de 2012

ALQUIMIA TAOÍSTA: Longevidad e inmortalidad


     En la antigüedad los taoístas eran famosos por su longevidad. La Medicina tradicional china y el Qi Gong son sus grandes contribuciones. El taoísmo no es una religión al uso sino más bien una filosofía de vida  y de crecimiento personal. Desarrollaron todo un proceso alquímico que exigía tiempo, vivir una larga vida era importante,   no como un fin en sí mismo, sino como una condición necesaria para alcanzar un alto grado de evolución que culminaría con la inmortalidad una vez abandonado el cuerpo.

     Oriente y occidente son algo diferentes en cuanto a su idea de espiritualidad. En occidente pensamos en  “cumplir con la ley”, practicar la norma moral, lo que nos llevará a un lugar feliz al final de nuestra encarnación;  Las religiones orientales hablan de un proceso de reunificación con lo divino a realizar en vida que implica comprender y trascender lo que nos separa.  En las religiones occidentales predomina la oración y el estudio teológico mientras que en oriente la práctica fundamental tiene que ver con el autoconocimiento y el desarrollo de la consciencia a través de la meditación.  En este proceso el cuerpo es importante, en el pensamiento oriental no se da la típica dualidad cuerpo-mente de la filosofía occidental, conocerse es experimentarse en todos los aspectos. Occidente cree que el alma se encarna en la tierra donde será juzgado por su comportamiento para la vida eterna mientras que en oriente se piensa que el alma, asiento de las experiencias vitales, viaja de encarnación en encarnación enredada en las consecuencias de sus pensamientos, deseos y actos, no en un sentido moral sino mas bien como una relación causa-efecto; Sin embargo para algunas escuelas taoístas la inmortalidad ni siquiera está garantizada, no está claro que significa esto pero parece que no todas las conciencias sobrevivirían a la muerte física sino se han realizado.

Tomemos como referencia la siguiente cita de  EVA WONG, una reputada taoísta, en su libro “Taoísmo”. Editorial Oniro. 1997. El capítulo se llama “Taoísmo alquímico interno. La vía de la Transformación”.

Ideas básicas de alquimia interna:

1.- Antes de nacer, éramos una parte del Tao. Desprovistos de forma e indiferenciados del Tao, no estábamos sujetos ni al nacimiento ni a la muerte, ni al crecimiento ni a la degeneración. En semejante estado no hay forma, ni mente, ni cuerpo, ni sentido, ni sentimiento.

2.- Cuando las energías generadoras del padre y de la madre coinciden, cierta energía procedente del Tao entra en el vientre de la madre para formar un feto. El feto representa una ruptura, o separación, del Tao: ha tomado una forma y no es indiferenciado respecto del Tao. Sin embargo, encerrado en el vientre de su madre, el feto todavía no ha tenido contacto con el mundo material. Su energía es aún prístina.

3,- A medida que crece en el vientre de la madre, el feto se diferencia y desarrolla. Cuando su forma es completa, sale del cuerpo de la madre y se convierte en una entidad independiente. En su primer contacto con el mundo, su energía interior está formada por tres componentes distintos: energía generativa (ching), vital (ch'i) y espiritual (shen). Simultáneamente, mente y cuerpo comienzan a separarse entre sí.

4,- A medida que el bebé crece y pasa de la infancia a la juventud y la edad adulta, las tres energías se van disipando. La energía generativa se escapa con el deseo sexual, la energía vital se pierde con el desarrollo de las emociones y la energía espiritual se debilita con el aumento de la actividad mental.

5,- Las personas comunes no saben que el goteo de sus energías es la causa de la mala salud, del envejecimiento y de la muerte.

6,- La práctica de la alquimia interior comienza con la toma de conciencia de que el goteo o pérdida de energía es la causa de muchos problemas físicos y mentales en la vida. A través de una serie de transformaciones internas, podemos recobrar la energía que recibimos antes de nacer. Podemos alcanzar salud y longevidad y volver al estado originario indiferenciado para unirnos de nuevo con el Tao.

7,- La longevidad implica recuperar la salud y detener el proceso de envejecimiento. A su vez, la inmortalidad es dejar en libertad al espíritu para que se reúna de nuevo con el Tao cuando la cáscara o concha del cuerpo muera.

8,- En este sentido, la longevidad es un medio para la inmortalidad y la prolongación de la vida en la esfera mortal nos da tiempo para prepararnos a dejarla de una manera adecuada
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     Para comprender el proceso alquímico tenemos que considerar:

Ontogénesis: Según los taoístas venimos del TAO y la tarea mas importante en que podemos decidir embarcarnos en esta vida es el reencuentro con el TAO. En algún momento nos separamos de la totalidad, se desarrolló un proceso de individuación que dio origen a una forma cuya energía interior se dividió en tres componentes. Mente y cuerpo se separaron; aparecieron los deseos, las emociones y los pensamientos, algunos de los cuales son motivadores y nos aportan conocimiento y expansión de la consciencia, mientras que otros son fuente de desgaste de la energía primordial ya diferenciada.

Camino de virtud: El ideograma TAO nos habla de regular el yin y yang en el interior del SER. La “tarea” es vivir en equilibrio. Mientras estemos encarnados habrá deseos, emociones y pensamientos, la cuestión es comprenderlos, integrarlos y moderarlos, fomentando los que sintonizan con el respeto por la vida, en consonancia con la acción  creadora del TAO. Debemos también conocer la naturaleza del EGO, esa identidad ilusoria basada en pensamientos que tiene vida propia, que busca continuamente satisfacerse y perpetuarse, que impone su propia realidad tal y como la construyó en el pasado.  El sabio aprende a conservar su fuerza vital y a vivir dándose, en continua conexión con el aquí y ahora.

     Este proceso forma parte del Qi Gong (junto a la medicina y las artes marciales), que en un sentido amplio significa maestría en el conocimiento y circulación del Qi, la energía o aliento vital de las cosas. La práctica se basa en tres cuestiones fundamentales: El cultivo de la energía al servicio del despertar, la moderación de las emociones y el dominio de la mente. Se trata de estar siempre disponibles, para lo que se necesita un cuerpo saludable y lleno de vitalidad que nos proporcione recursos en la tarea de liberar al espíritu de la tiranía de los deseos, de la emotividad mas densa y descontrolada,  y del pensamiento sin rumbo y automatizado (la habladuría interna que no cesa). Así el espíritu podrá crecer, estar en armonía con el tao y ser según su propia naturaleza. Esta libertad nos proporcionará plenitud y auténtica felicidad. La total liberación del espíritu no ocurrirá hasta que abandone el cuerpo, será este momento la culminación de todo el proceso.

     Sirva este artículo de introducción y de presentación global para enmarcar los que iremos escribiendo a continuación intentado profundizar en los distintos aspectos de este apasionante viaje.

ENLACES

Energía espiritual. Centrarse, aquietar los pensamientos: Meditación en el Dan Tien Superior
 Energía Vital: Emociones y sentimientos: motivacion, autoconocimiento y expansión de la consciencia

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