Vulnerabilidades
Un guerrero toma a toda persona como adversario,
Ve todos sus puntos vulnerables,
Y entrena para eliminar los propios.
Un sabio no tiene puntos vulnerables.
Un guerrero toma a todos como un adversario potencial. Evalúa las fortalezas y debilidades de cada persona que encuentra, y se ubica estratégicamente. Ninguna confrontación es nunca una sorpresa. Protección, competición, honor y rectitud son sus principios.
Él es el arma. Por lo tanto, un guerrero entrena la mente y el cuerpo a la perfección. Sabe que la persona promedio tiene cientos de puntos por donde puede entrar la muerte. Para sí mismo, busca eliminar tantas de sus propias vulnerabilidades como sea posible. En combate, defiende uno o dos puntos y el resto de su atención está dedicada a la estrategia y al ataque. Sin embargo ningún guerrero puede eliminar todos los puntos vulnerables. Incluso para un campeón, siempre hay al menos uno. Sólo el camino del sabio elimina todas las debilidades.
Se dice que un sabio no tiene puntos por donde entre la muerte. Esto hace al sabio, quien es perfecto en el Tao, superior al guerrero, quien es meramente diestro en el Tao. El guerrero acepta la muerte, pero no va más allá de ella. El sabio va más allá de conceptos como protección, competición, honor y rectitud, y no le tiene miedo a la muerte. El sabio sabe que nada muere, que la vida es una mera ilusión: la vida no es sino un sueño fluyendo a otro.
Un guerrero toma a toda persona como adversario,
Ve todos sus puntos vulnerables,
Y entrena para eliminar los propios.
Un sabio no tiene puntos vulnerables.
Un guerrero toma a todos como un adversario potencial. Evalúa las fortalezas y debilidades de cada persona que encuentra, y se ubica estratégicamente. Ninguna confrontación es nunca una sorpresa. Protección, competición, honor y rectitud son sus principios.
Él es el arma. Por lo tanto, un guerrero entrena la mente y el cuerpo a la perfección. Sabe que la persona promedio tiene cientos de puntos por donde puede entrar la muerte. Para sí mismo, busca eliminar tantas de sus propias vulnerabilidades como sea posible. En combate, defiende uno o dos puntos y el resto de su atención está dedicada a la estrategia y al ataque. Sin embargo ningún guerrero puede eliminar todos los puntos vulnerables. Incluso para un campeón, siempre hay al menos uno. Sólo el camino del sabio elimina todas las debilidades.
Se dice que un sabio no tiene puntos por donde entre la muerte. Esto hace al sabio, quien es perfecto en el Tao, superior al guerrero, quien es meramente diestro en el Tao. El guerrero acepta la muerte, pero no va más allá de ella. El sabio va más allá de conceptos como protección, competición, honor y rectitud, y no le tiene miedo a la muerte. El sabio sabe que nada muere, que la vida es una mera ilusión: la vida no es sino un sueño fluyendo a otro.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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