Optimismo
Cielo azul clareando,
Una promesa en ramas desnudas.
En invierno, hay días soleados.
Siendo adultos, la niñez puede volver.
En
invierno todas las cosas parecen muertas o dormidas. La lluvia y la
nieve parecen incesantes, las noches largas. Entonces un día, el cielo
aclara a azul brillante. El aire se entibia. Un vaho se levanta de la
tierra y el perfume del agua, la arcilla y el musgo se dispersa por el
aire. Se ven jardineros preparando nuevos cultivos, aunque sean sólo
ramas desnudas y una raíz gris. La gente está optimista: saben que el
frío acabará.
Como adultos frecuentemente vemos las
responsabilidades como algo atroz. ¿Por qué habríamos de cavar la tierra
cuando el clima es desagradable? Vemos las actividades sólo como
obligaciones, y tratamos de librarnos de nuestra suerte. Pero hay
alegría al trabajar en justa armonía con el momento. Cuando hacemos algo
en el momento preciso y después esos esfuerzos rinden frutos, la
gratificación es tremenda.
Había una vez un viejo que comenzó un
huerto cuando se jubiló. Todos se rieron de él. ¿Por qué plantar
árboles? Le dijeron que nunca viviría para ver una cosecha madura.
Impertérrito, los plantó de todos modos, y los ha visto florecer y ha
comido sus frutos. Todos necesitamos de ese tipo de optimismo. Esa es la
inocencia y la esperanza de la niñez.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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