Dar Forma
Una alfarera en la rueda.
Desde el centrar a la vasija terminada,
La forma aumenta mientras las opciones disminuyen;
La suavidad se torna dureza.
Cuando
la alfarera comienza a moldear una vasija, toma un poco de arcilla,
forma una tosca esfera, y la arroja a la giratoria rueda de alfarería.
Puede caer descentrada, y debe comenzar a moldearla cuidadosamente hasta
que sea un suave cilindro. Entonces trabaja la arcilla, estirándola y
comprimiéndola mientras gira. Primero es una torre, luego parece un
hongo rechoncho. Sólo después de hacerla subir y bajar muchas veces,
aprieta lentamente la arcilla que gira hasta que sus paredes se levantan
de la rueda. No puede seguir por mucho tiempo, pues la arcilla comienza
a “cansarse” y se hunde. Ella le da la forma que imagina, y la deja a
un lado. Al día siguiente, la arcilla estará dura como cuero, y puede
darla vuelta para formar la base. Puede tallar alguna decoración en la
superficie. Eventualmente, el cuenco será horneado, y entonces la única
opción son los colores a aplicar; no se le puede cambiar la forma.
Así
es como formamos todas las situaciones en nuestras vidas. Debemos
darles una forma tentativa y lanzarlas al centro de nuestras vidas.
Debemos estirar y comprimir, probando la naturaleza de las cosas.
Mientras vamos formando la
situación, debemos estar conscientes de qué forma queremos que tomen
las cosas. Mientras más cerca esté algo de completarse, más concluyente y
definitivo se vuelve. Nos van quedando menos opciones, hasta que lo que
queda es el impacto total de nuestra creación. Belleza o fealdad,
utilidad o fracaso, vienen del proceso de dar forma.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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