Reflejo
Luna sobre agua.
Siéntate en soledad.
Si
las aguas son plácidas, la luna será reflejada perfectamente. Si nos
aquietamos, podemos reflejar perfectamente lo divino. Pero si nos
involucramos sólo en las actividades frenéticas en las que participamos
cotidianamente, si buscamos imponer nuestros propios esquemas sobre el
orden natural, y si nos permitimos estar absortos en opiniones
egocéntricas, la superficie de nuestras aguas se volverán turbulentas.
Entonces no podemos ser receptivos al Tao.
No hay esfuerzo que
podamos hacer para aquietarnos. La verdadera quietud viene naturalmente
de momentos de soledad en que dejamos que nuestra mente se asiente. Tal
como el agua busca su propio nivel, la mente gravitará hacia lo sagrado.
El agua turbia se volverá clara si se le permite quedarse tranquila, y
así también se aclarará la mente si se le permite estar en calma.
Ni el agua ni la luna hacen ningún esfuerzo por lograr un reflejo. De la misma manera, la meditación será natural e inmediata.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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