Ablución
Lavarse al amanecer:
Enjuaga los sueños.
Protege a los dioses adentro,
Y clarifica el espíritu interior.
La
purificación comienza toda práctica. Primero viene la limpieza del
cuerpo –no para negar el cuerpo, sino para que sea refinado. Una vez
limpio, puede ayudarnos a sentir lo divino.
Enjuagar los sueños
es una forma de decir que debemos disipar no sólo las ilusiones y
ansiedades de nuestros momentos durmiendo sino también las de cuando
estamos despiertos. Toda vida es un sueño, no porque no esté allí, sino
porque todos proyectamos diferentes significados sobre ella. Debemos
depurar este hábito.
Mientras limpiamos, naturalmente miramos
dentro. Se cree que hay 36.000 dioses y diosas en el cuerpo. Si
continuamente ingerimos malas comidas, nos intoxicamos, dejamos que la
mugre se acumule en cualquier parte fuera y dentro nuestro, esos dioses
nos abandonan disgustados.
Si embargo en última instancia nuestra
preocupación debe ir más allá de esas deidades en los templos de
nuestros cuerpos, hacia el Uno universal. Después de quitar las
oscurecedoras capas de suciedad, de problemas corporales y de falsas
ilusiones, debemos estar preparados para incluso quitar a los dioses
mismos para poder alcanzar el Uno interior.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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