Ánimo
A mil millas de casa, abro el mismo libro de oraciones.
Algunas noches fue sólo obligación; esta noche, es consuelo.
Es mejor ser paciente y perseverante. La devoción puede a veces parecer una pura pesadez. Lejos de casa, es posible adquirir una nueva perspectiva. Sacado de su contexto habitual, nuestro compromiso puede sobresalir mucho más brillantemente. Algo que puede haberse vuelto como una brida y un bocado puede ahora ser tibio y reconfortante. Es por eso que uno debería dominar las propias emociones, y usar la disciplina para nivelar los altibajos del impulso.
Al viajar, estamos lejos de nuestro entorno habitual, incluyendo aquellos elementos que nos contienen y restringen. Casi todos tenemos miedos, frustraciones e inhibiciones que hemos adquirido en el pasado; el tiempo y la distancia nos ayudan a aquilatarlos más claramente. El superarlos toma tiempo e iniciativa. ¿Cómo podemos hacerlo si nuestro problema son los miedos mismos y la timidez? Ahí es cuando necesitamos de un amigo para ayudarnos y alentarnos. Puede darnos guía y apoyo para enfrentar nuestros miedos. Aunque no pueda vivir nuestras vidas ni solucionar abiertamente nuestros problemas, puede proporcionar una invaluable presencia justo cuando más lo necesitamos.
Internamente, nuestras diarias devociones son la manera de alentarnos a nosotros mismos a perseverar. Para con los demás, el alentarlos es la manera de ser compasivos.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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