Constancia
La nítida luz del sol sobre la nieve que cae: fuego y hielo.
Agrestes árboles desnudos hacia el horizonte,
Fríos pantanos, paraísos para patos y gansos.
Una marmota se sienta inmóvil sobre un poste.
Dondequiera que estemos, el constante fluir del Tao está siempre presente. Vemos los ciclos de los opuestos, como la yuxtaposición de la luz del sol y la nieve. Notamos los permanentes ritmos de la vida: las aves acuáticas que siguen con sus vidas incluso cuando la primavera es lenta en calentar y los árboles sin hojas resisten en anticipación de un clima más tibio. Todas las cosas cambian, todas las cosas se mueven constantemente. El mundo es como el continuo girar de una magnífica rueda. Todo llega en su momento.
Tal como la marmota se sienta inmóvil ante el movimiento de las estaciones, así también deberíamos mirar dentro y absorber lentamente el tiempo. Dentro de todo el movimiento, la marmota se toma el tiempo para estar quieta. Dentro de todo el cambio de la primavera, debemos tomarnos el tiempo para notar la constancia de la devoción interna.
No importa qué tanto esté pasando fuera de uno mismo, uno sigue reafirmando lo que está en su corazón, reconfortándose en su pulso regular. Lo que funciona al abrigo del hogar o del templo funciona en todas partes. Sólo cuando conocemos tal constancia sabremos que nuestra búsqueda está teniendo éxito.
Autor: Deng Ming-Dao: "365 Meditaciones Tao". pagina de facebook del autor
Enlace original: Karin Usach
Autorizada por Karin Usach la publicación de la traducción en este blog.
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