· * La respiración como intercambio y conexión del
medio interno y externo.
· * La respiración como movimiento. Masaje de los
órganos
· * Ritmo craneosacral: la respiración embriónica o
embrionaria.
· * Respiración diafragmática y circulación del Qi.
· * La respiración y su relación con las emociones.
· * Regular la respiración, una puerta a la
conciencia.
* Respirar es intercambiar, es conectar
el interior con el exterior. En la inspiración tomamos oxígeno y
liberamos anhídrido carbónico. Con la respiración recibimos mensajes del medio
a través del olfato. Cuando paseamos por un lugar despejado nos gusta respirar
con profundidad y sentir como nos
conectamos con la naturaleza, nos llenamos y nos vaciamos profundamente en
todos los planos del SER.
* El acto de respirar implica a los pulmones,
órganos encargados del intercambio de gases y por tanto en conexión continúa
con el exterior. Para la Medicina tradicional China el plano energético formado
por la energía de este órgano (junto con el Intestino Grueso) es el más externo
y la primera barrera defensiva. Sin embargo, la acción de los pulmones es en
gran medida posible gracias al músculo diafragmático. La contracción y
relajación del diafragma permite un masaje constante de todos los órganos
del cuerpo, activando y potenciando su movilidad
natural y su función. Cuando el sistema está flexible y relajado, el
movimiento generado afecta a todos los tejidos del cuerpo, desde los pies hasta
los huesos del cráneo, y sentimos como se unifican todas las estructuras del
organismo a través de una respiración
global y uniforme, que adquiere un marcado carácter energético prolongándose
más allá del cuerpo físico.
* Este movimiento de los tejidos corporales ocurre
también de forma autónoma. La Osteopatía lo denomina respiración
primaria o ritmo craneosacral . Parece originarse en el sistema nervioso
central, en el eje formado entre el sacro y el cráneo, y se expresa en todo el
cuerpo. Cada órgano presenta un movimiento característico en los tres planos y
una vibración particular. Cuando este ritmo está alterado los órganos afectados
puede ver reducida su movilidad natural lo que puede afectar a su función, podemos hablar entonces de restricción o bloqueo. La Medicina tradicional China
se interesa por cómo afecta este bloqueo a la circulación energética por los meridianos.
Los taoístas describen una respiración
autónoma que denominan embriónica o embrionaria que es muy similar a
este movimiento primario. Su polo yin estaría en el centro del encéfalo (tercer
ventrículo) y su polo yang estaría detrás del ombligo. Esta respiración es una
marea ascendente y descendente que recorre verticalmente el cuerpo haciendo que
la columna vertebral se mueva a su paso como si fuera una serpiente. La respiración embriónica es la central
energética del organismo y el nexo de unión entre los tres centros alquímicos: la pelvis (energía y sexualidad), el pecho (el Qi y las
emociones) y el cráneo (mente y espíritu).
* La
respiración embrionaria y la pulmonar o diafragmática se pueden potenciar
mutuamente. Se observa que cuando inspiramos la energía tiende a subir y a
ir hacia el interior y cuando exhalamos tiende a bajar y a salir del cuerpo. Si
conectamos ambas respiraciones el flujo energético aumenta considerablemente. Además
podemos dirigir más fácilmente este flujo. Para ello tenemos que saber que el
Qi (energía) circula por canales llamados meridianos y sigue a la intención, de
tal manera que podemos mostrarle el camino con la mente y aprovechar el tempo de la respiración para dirigirlo
según el trayecto sea en ascenso, descenso o queramos llevar la energía al
interior o al exterior. Aprender a hacer circular el Qi
nos puede ayudar a liberar bloqueos, encontrar equilibrio emocional y a
desarrollar habilidades físicas o psíquicas.
* La respiración refleja también la vida
psíquica del Ser humano. Las emociones afectan a cómo respiramos. Una emoción
es una energía en movimiento que se produce en respuesta a la forma en que interpretamos
lo que nos ocurre. Cualquier pensamiento tiene un impacto
físico a algún nivel, especialmente a través de la emociones. Cuando
las emociones nos desbordan o responden a patrones mentales sostenidos en el
tiempo pueden generar tensiones crónicas en el organismo. Estas rigideces
disminuirán la flexibilidad natural de las fascias y se expresarán en la capacidad respiratoria.
El Qi Gong y la Terapia Craneosacral son dos excelentes maneras de disolver
estas tensiones acumuladas (mejor si van unidas), si bien el proceso no será
inmediato porque todo el organismo y el sentido de identidad se han adaptado a
ellas, por lo que la práctica no puede concebirse solo en un sentido físico o
energético, sino global, y en consecuencia, como una forma de autoconocimiento
y evolución personal en continua conexión con la escucha interior y nuestro fluir en la vida diaria.
* Finalmente hay que señalar que la respiración es una puerta a la trascendencia. Los antiguos
denominaban al diafragma “el músculo espiritual”. Podemos actuar
voluntariamente sobre la respiración y regular la mente y las emociones. Cuando las emociones se aquietan y la mente
se relaja encontramos espacios entre pensamientos y un nuevo sentido de
identidad que emerge del vacío. Tenemos que aprender a explorar estos
espacios, la respiración trae consciencia. Durante los primeros años de nuestra
práctica aumentamos nuestra salud liberándonos de los bloqueos, aprendiendo a
regular las emociones que los ocasionan y conociendo la mente que esta detrás.
Tras “limpiar” la esfera psíquica la energía del organismo se dirige, de la mano de la respiración, a despertar los
centros de la consciencia.
Jesús Antonio
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