1.- la Disposición mental y del
espíritu: Presencia
2.- La respiración
3.-La Forma.
La presencia es atención, alerta mental y presencia del espíritu.
Es un compromiso de permanecer en este momento con todo el SER. Se traduce en
escucha y paulatinamente en dejar aflorar un Sentimiento profundo de conexión
con nosotros mismos y con la totalidad.
La respiración es la estrategia más importante que tenemos para
regular la mente y la energía.
·
Una respiración lenta y suave aquieta la mente y
las emociones y facilita la presencia. La respiración trae consciencia.
·
La respiración está en consonancia con la circulación
energética. Cuando inspiramos el Qi asciende por nuestra verticalidad y va
hacia el interior del cuerpo. Cuando exhalamos desciende y se dirige hacia el
exterior.
La Forma es la manera en que se manifiestan las cosas en este mundo
encarnado.
Forma es todo aquello que tiene “forma”, expresión, contorno, límites. Surge
de lo informal, de lo no expresado o no manifestado. Una forma es una piedra,
un planeta, una planta, un pensamiento. En Qi Gong la forma se refiere al
movimiento que se practica o a la postura que se utiliza y refleja lo no
manifestado que es lo que somos o podemos ser.
La Forma es pues una concreción,
algo que aparece de una determinada forma. Esta idea de algo acabado no es
suficiente para explicar la práctica en Qi Gong. En Qi Gong la Forma es activa,
no es un fin en sí mismo sino una puerta o un puente de conexión, es más bien
un Gesto.
El matiz del Gesto es que expresa un Estado Interior y posibilita un
cambio. Cuando queremos abrazar a una persona, el gesto de acercarse con
los brazos abiertos muestra un estado emocional que revela un sentimiento hacia
esa persona, agudiza los sentidos y nos pone muy sensible y empáticos hacia el
otro. El Gesto del abrazo no es solo un estado interno sino que al expresarse y
recibirse crea vínculos y nos descubre como seres humanos.
Qi Gong es gesto. Cuando me
siento a meditar o me coloco de pie de una determinada manera estoy propiciando
cambios en el interior. La postura y la
actitud son importantes para que estos cambios se den. Cuanto más conozco
una postura más gestual deviene esta porque es más completa, está más integrada
con todo mí SER y comunica más íntimamente con mi intención y con lo que soy en
un sentido profundo.
La práctica es sagrada. Cuando
elegimos dedicarla un tiempo aunamos presencia, respiración y
postura/movimiento para encontramos y conocernos. En última instancia retornamos
a un estado de Transparencia y Unidad.
Transparentes porque vemos con claridad en el interior; Unificados
porque recobramos la unidad mente/cuerpo/emoción permitiéndonos SER con toda la
autenticidad e intensidad posible. Ahora debemos de llevar lo aprendido a la
vida diaria. Durckheim llamaba a esto “dar
testimonio del SER ESENCIAL, de lo divino que hay en nosotros” y afirmaba
que era la verdadera razón de la vida humana.